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5 ventajas de un plan de mantenimiento preventivo

Un plan de mantenimiento preventivo consiste en la rutina de realizar inspecciones, reparaciones menores, limpieza y mantenimiento, en lugar de esperar a que algo se rompa para actuar. En pocas palabras, el mantenimiento preventivo es un enfoque proactivo en lugar de reactivo.

Seguir un plan de mantenimiento preventivo puede ser una de las mejores decisiones empresariales de los administradores de edificios o instalaciones.

No diagnosticar a tiempo cualquier posible avería o problema de funcionamiento de las máquinas o los edificios puede tener un coste terrible, tanto en términos de tiempo como de dinero.

1. Transparencia y previsión

La principal responsabilidad de un administrador de instalaciones o de un edificio es permitir una comunicación eficaz, responder a las necesidades de los clientes a tiempo y garantizar el buen funcionamiento de sus instalaciones. Al mismo tiempo, son ellos los que optimizan el presupuesto y se ponen en contacto con muchos proveedores y prestadores de servicios diferentes, como técnicos, fontaneros o repartidores.

Mientras hacen malabarismos con una serie de complejas tareas, un plan de mantenimiento regular y establecido puede aliviar parte de su carga de trabajo. Puede aportar transparencia y previsión a sus operaciones diarias, permitiéndoles centrarse en un servicio excelente.

Especialmente en una época caracterizada por la incertidumbre a causa de la COVID-19, la transparencia y la previsión que aporta un plan de mantenimiento regular tienen un valor incalculable. Puede ayudar a los gestores de instalaciones a disfrutar de un mayor control en todos los aspectos de su trabajo, incluido el control del presupuesto, el comportamiento de los activos y otras incertidumbres.

2. Mejorar la seguridad de los edificios

Si no se realiza un mantenimiento adecuado, incluso los dispositivos y la maquinaria más fáciles de usar y de alta tecnología pueden suponer un riesgo para la seguridad. Sin embargo, el cumplimiento de un plan de mantenimiento preventivo garantiza que todo funcione sin problemas, sin riesgo para las personas.

Además, durante el mantenimiento preventivo, los técnicos pueden identificar si el edificio está comprometido en cuanto a posibles incendios o robos.

Así, ante estos importantes riesgos, incluso las reparaciones y ajustes menores pueden salvar vidas y bienes.

3. Optimización del flujo de trabajo

Si se produce una avería técnica en un edificio o una instalación, puede detener bruscamente el trabajo e interrumpir los planes y procesos en curso.
La naturaleza imprevisible de la avería, o el calendario de reparaciones, puede obligar a los administradores a alterar las decisiones empresariales. Sin duda, esta interrupción puede costar mucho dinero, tiempo e incluso reputación.

Sin embargo, un plan de mantenimiento preventivo evita sorpresas desagradables derivadas de un mal funcionamiento técnico. Ayuda a las personas y a las empresas a seguir siendo productivas y mantiene el flujo de trabajo óptimo.

4. Mejorar la vida útil de los equipos

En la medicina, hay pruebas abrumadoras de que el diagnóstico precoz salva vidas y acelera considerablemente la calidad de vida del paciente. Lo mismo ocurre con la electrónica, los edificios o la maquinaria.

Cuando un técnico puede identificar los inicios de un problema antes de que se acelere, es más fácil tratarlo y evitar que empeore.

Así, un plan de mantenimiento preventivo puede aumentar la vida útil de los equipos, lo que puede beneficiar a las empresas de muchas maneras.

5. Responsabilidad medioambiental

Una vida útil más larga de los equipos no sólo reduce el tiempo y los costes, sino que también es más responsable desde el punto de vista medioambiental. Cuando las empresas no necesiten renovar o sustituir los equipos con frecuencia, habrá menos residuos electrónicos nocivos que se acumulen en los vertederos.

Además, un plan de mantenimiento periódico es una excelente oportunidad para ahorrar recursos. Los proveedores de servicios, como fontaneros o electricistas, pueden analizar si hay posibles fugas de agua o un uso excesivo de energía. De este modo, pueden dar recomendaciones a los administradores de edificios o instalaciones para solucionarlos.

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