La construcción es uno de los sectores industriales más importantes, y la seguridad y la prevención de riesgos laborales estén entre preocupaciones primordiales. A pesar de los esfuerzos para garantizar la seguridad en las obras, todavía se lamentan demasiadas muertes y lesiones cada año.
Según la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, en sus siglas en inglés), Estados Unidos registró 5.486 accidentes laborales mortales en 2022, lo que equivale a la muerte de un trabajador cada 96 minutos. Los sectores de transporte y movimiento de materiales reportaron el mayor número de muertes, con 1.620 en total. Seguidos por los trabajadores de la construcción y la extracción, que sufrieron 1.056 accidentes fatales, un aumento del 11% con respecto al año anterior.
El estudio revela además que de las diez violaciones más comunes encontradas durante las inspecciones de la OSHA en los lugares de trabajo de los EE.UU., cinco se relacionan con la construcción: protección contra caídas, uso de escaleras, andamios, capacitación para la detención de caídas y protección para los ojos y la cara. En particular, las caídas son la principal causa de muerte en la construcción, mientras que los impactos de equipos pesados representan la cuarta causa principal de lesiones.
La adopción de soluciones tecnológicas para crear un entorno de obra conectado puede reducir drásticamente el riesgo de accidentes e impactar significativamente en los costes. Por ejemplo, los datos de la plataforma de gestión de proyectos de construcción de Procore sugieren que el uso de modelos predictivos de IA podría generar ahorros anuales de $1.4 millones a $3.6 millones solo en la industria de la construcción de EE.UU.
BIM, IA, Realidad Aumentada y Analítica Predictiva
La prevención es una de las áreas en las que el impacto de tecnologías emergentes como la IA se hace más evidente en la construcción. La inteligencia artificial y los algoritmos de análisis predictivo procesan grandes conjuntos de datos, incluidas las condiciones meteorológicas en tiempo real, los registros históricos de seguridad y los comportamientos de los trabajadores, para identificar patrones y predecir riesgos potenciales en próximos proyectos.
Una vez que comienza la construcción, las capacidades BIM, incluida la verificación del cumplimiento, la planificación de escenarios, la prefabricación y la detección de colisiones, minimizan los accidentes diarios. Además, el uso de modelos BIM ayuda a los arquitectos en la planificación de emergencias al identificar y delinear las rutas de evacuación más eficientes.
Otra innovación tecnológica sirve como un recurso muy valioso para mejorar la seguridad de los edificios: los gemelos digitales facilitan la identificación, comprensión, gestión y mitigación de los riesgos de la construcción, mejorando así la seguridad al anticiparse a posibles problemas a lo largo del ciclo de vida del edificio.
Además, las tecnologías de realidad aumentada y virtual permiten la creación de entornos de construcción simulados altamente realistas. Los trabajadores utilizan estas tecnologías para practicar tareas como trabajar en alturas, operar maquinaria pesada o manipular materiales peligrosos. Esta integración perfecta de la información virtual con el entorno físico ayuda a los trabajadores a tomar decisiones informadas y a navegar eficazmente por los peligros potenciales.
Por su parte, los dispositivos telemáticos son muy útiles cuando se operan vehículos pesados, ya que permiten monitorizar la ubicación, la velocidad, la seguridad del conductor y el estado del motor, incluido el uso de combustible y el rendimiento. Estos sistemas también permiten la evaluación de los comportamientos de conducción imprudente, proporcionando alertas según sea necesario.
Ejemplos de innovación en seguridad en la construcción
Entonces, ¿cómo impactan ya los avances tecnológicos en las obras? Suffolk, con sede en Boston, utiliza big data y análisis predictivo para pronosticar accidentes antes de que ocurran. La compañía desarrolla en colaboración con SmartVid.io el llamado proyecto Vinnie Predictive Analytics, que recopila una gran cantidad de datos, incluidas imágenes de una década de incidentes en entornos de construcción, para desarrollar un novedoso sistema de prevención de accidentes.
Sus resultados son contundentes: el programa predice con éxito el 20% de todos los incidentes a lo largo de tres años con una precisión del 80%.
¿Qué proporción de estas alertas tempranas podrían realmente prevenir accidentes? Si solo se evitara el 25% de los incidentes previstos, una empresa que gestionara 50 proyectos al año podría prevenir entre 40 y 100 de ellos. Con un coste aproximado de $38.000 por incidente en 2018, supondría a un ahorro anual de 1,5 a 3,8 millones.
Por otra parte, para abordar sanciones por incumplimientos de las normas de seguridad, empresas como la también estadounidense Soter Analytics ofrecen una plataforma de IA que identifica rápidamente los peligros, los riesgos y las infracciones.
Esta herramienta de IA no solo detecta las normativas específicas que se están infringiendo, sino que también advierte de las sanciones y sugiere acciones correctivas. Cuenta con un chatbot que ayuda a los gerentes de seguridad, brindándoles referencias directas a las disposiciones relevantes de la OSHA. Además, las organizaciones pueden cargar sus políticas de seguridad en la plataforma para compararlas con las pautas de la OSHA.
Aprovechar el potencial transformador de la digitalización
Si bien los avances tecnológicos de la Construcción 4.0 ya están haciendo que el sector sea más seguro, eficiente y resiliente, siguen existiendo barreras significativas como la interoperabilidad, la privacidad de los datos, la ciberseguridad, la flexibilidad regulatoria y la planificación. Comprender plenamente estos desafíos es esencial a la hora de desarrollar estrategias que utilicen de manera efectiva la digitalización para mejorar la seguridad en la construcción.
Un aspecto clave de la integración de nuevas tecnologías consiste en reformar los marcos regulatorios obsoletos para alinearlos con los avances tecnológicos actuales, asegurando una integración perfecta con los sistemas y procesos de control existentes.
El éxito de la implementación de soluciones inteligentes en el sector de la construcción depende de todas las partes interesadas. La tecnología debe ser accesible, segura y estar diseñada para mejorar la relación humano-máquina, permitiendo a los trabajadores mejorar sus habilidades y, al mismo tiempo, aumentar las capacidades del sistema para ayudarlos.