«Mi objetivo ha sido lograr formas que pudieran crear experiencias, y que al mismo tiempo pudieran acoger las experiencias de todos con la serenidad de un desarrollo sin esfuerzo», dijo Gae Aulenti, resumiendo su filosofía y enfoque de la arquitectura y el diseño.
Apodada «la gran dama de la arquitectura italiana«, Aulenti nació en 1927 en Palazzolo dello Stella, una pequeña ciudad del noreste de Italia. Se licenció en arquitectura por la Universidad Politécnica de Milán en 1954.
A lo largo de su carrera, que abarcó casi seis décadas, Aulenti fue una creativa polifacética. «No se puede hacer arquitectura sin saber música, filosofía, arte y literatura», dijo en una entrevista.
Además de su trabajo como arquitecta, ha diseñado mobiliario, exposiciones, iluminación y escenografía, y desempeñado un papel crucial en la reputación mundial de Italia como país vanguardista del diseño.
De editora de revistas a restauradora de edificios
Aulenti comenzó su carrera profesional trabajando para la revista de arquitectura Casabella-Continuità, de la que fue redactora entre 1955 y 1965. Durante este tiempo, tuvo la oportunidad de conocer y explorar los movimientos de diseño emergentes de la época, que influyeron enormemente en su propio trabajo.
En las décadas de 1960 y 1970, Aulenti empezó a ganar reconocimiento por sus diseños arquitectónicos y proyectos de interiorismo. La renovación del Museo de Orsay de París, terminada en 1986, le valió el reconocimiento internacional y la consagró como arquitecta de renombre. El proyecto consistió en transformar la antigua estación de ferrocarril en un museo, y el enfoque cuidado e innovador del diseño de Aulenti fue muy elogiado.
Preservar el contexto histórico con diseños modernos
Además de su célebre restauración del Museo de Orsay, Gae Aulenti diseñó una amplia gama de edificios, instalaciones y espacios a lo largo de su carrera, como el Palazzo Grassi de Venecia, el Museo de Arte Asiático de San Francisco, la Piazzale Cadorna de Milán, el Museu Nacional d’Art de Cataluña en Barcelona, el Instituto Italiano de Cultura de Tokio y la sala de exposiciones Olivetti de Venecia.
Cada uno de estos proyectos demostró su amplia capacidad para combinar armoniosamente elementos de diseño moderno con su contexto histórico, dando lugar a espacios cautivadores y funcionales que dejaron huella en los campos de la arquitectura y el diseño.
Diseño de muebles icónicos con elegancia funcional
Gae Aulenti también realizó importantes contribuciones al diseño industrial y de interiores. Su catálogo incluye piezas de mobiliario icónicas, como la colección «Locus Solus» para Poltronova y la lámpara «Pipistrello» para Martinelli Luce, que se han convertido en clásicos del diseño.
Los diseños de muebles de Aulenti ejemplifican su habilidad para combinar líneas limpias, funcionalidad y elegancia. También creó lámparas, accesorios para el hogar e incluso diseños para exposiciones, demostrando su versatilidad y talento en varias disciplinas del diseño.
Aulenti explica su enfoque del diseño de muebles: «Mi objetivo es crear muebles que aparezcan en una habitación como edificios en un horizonte y recuerden al espectador la interacción entre los objetos de diseño y el espacio arquitectónico».
El legado de una rara estrella de posguerra
Aulenti fue una de las pocas mujeres de la Italia de posguerra que alcanzó relevancia nacional e internacional como arquitecta y diseñadora.
A lo largo de su carrera, Gae Aulenti hizo especial hincapié en integrar las técnicas tradicionales con las exigencias y necesidades de la época contemporánea. La fusión de métodos ancestrales y requisitos actuales fue un punto crucial de su obra.
Tras su muerte en 2012, el entonces presidente de Italia, Giorgio Napolitano, describió a Aulenti como una «figura destacada de la arquitectura contemporánea» con una «extraordinaria capacidad» para combinar los valores culturales e históricos con el entorno urbano.