A medida que la tecnología en ciencias de la salud avanzan cada vez más, la inteligencia artificial (IA) es cada vez más sofisticada a la hora de replicar lo que las personas pueden hacer, pero con resultados más eficientes, rentables y rápidos.
Como resultado, la IA en la sanidad es uno de los mercados de más rápido crecimiento en la revolución digital: Se prevé que crezca casi un cincuenta por ciento anual, con un salto esperado desde un tamaño de mercado de 14.600 millones de euros en 2023 hasta la friolera de 102.700 millones de euros en 2028.
Aunque el uso más conocido de la IA en sanidad es en las intervenciones quirúrgicas asistidas por robots, el alivio de la carga administrativa de los médicos, el apoyo a los procesos de diagnóstico, etc., hace que la IA sea una herramienta crucial para mejorar el diseño y la arquitectura de los hospitales y las instalaciones sanitarias.
Dado que la IA está llamada a influir significativamente en el futuro del diseño hospitalario, a continuación os mostramos algunas de las formas en que la IA podría lograrlo.
Mejorar la eficiencia y los resultados hospitalarios
Desde el ahorro de energía hasta la reducción del papeleo, las formas en que la IA puede contribuir a la eficiencia y a los resultados de los pacientes de un centro sanitario son casi ilimitadas. La IA puede ayudar a los hospitales a optimizar sus recursos y agilizar sus operaciones.
Por ejemplo, la IA podría ayudar a los hospitales a programar citas y asignar recursos de personal de forma más eficiente, reduciendo los tiempos de espera de los pacientes y mejorando la productividad del personal.
Además, la IA puede utilizarse para predecir cuándo los equipos hospitalarios necesitarán mantenimiento o reparación. Esto reducirá el tiempo de inactividad necesario para la reparación de los equipos y ayudará a garantizar que los equipos del hospital estén siempre en buenas condiciones.
Mejorar la experiencia del paciente
La IA puede ayudar a los hospitales a diseñar espacios más centrados en el paciente y adaptados a sus necesidades individuales. Para empezar, los sensores basados en IA podrían controlar los movimientos de los pacientes y ajustar los niveles de iluminación y temperatura para mejorar su comodidad y su experiencia en general.
Asimismo, estos sensores podrían analizar los datos y el comportamiento de los pacientes y alertar al personal en caso de emergencia, lo que está demostrado que salva vidas. Esto permitirá diseñar las habitaciones de los hospitales de forma que los profesionales sanitarios puedan ofrecer la mejor atención posible.
Además, la IA facilita enormemente que los arquitectos diseñen un hospital con flexibilidad y prioricen las necesidades cambiantes de cada paciente o grupo demográfico.
Optimizar el proceso de construcción
Con el diseño asistido por IA, los hospitales pueden combinar el diseño basado en datos con la empatía hacia los pacientes. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de datos y proporcionar información sobre las necesidades y preferencias de los pacientes, lo que permite a los arquitectos crear espacios funcionales y curativos.
Por ejemplo, la IA puede ayudar a los arquitectos a optimizar la colocación de las ventanas para obtener la máxima luz natural o a diseñar espacios que fomenten la intimidad y la calma.
Además, la IA también puede contribuir al proceso de construcción, ayudando a arquitectos e ingenieros a colaborar más eficazmente e identificar posibles problemas antes de que se produzcan.
Esto puede conducir a una construcción más eficiente y rentable, garantizando al mismo tiempo que el producto final satisfaga las necesidades tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios.
Mejorar la seguridad en los centros sanitarios
Los hospitales y las instalaciones sanitarias tienen un perfil de riesgo único. Por su naturaleza, los hospitales son frecuentados por personas físicamente vulnerables, como discapacitados, enfermos crónicos, ancianos y menores. También tienen zonas sensibles, como quirófanos y almacenes.
La IA puede ayudar a los hospitales a identificar y mitigar posibles riesgos para la seguridad antes de que causen daños. Por ejemplo, las cámaras de vigilancia y los sistemas de seguridad basados en IA podrían controlar los pasillos de los hospitales para detectar errores u obstrucciones y alertar al personal de posibles amenazas.
Los sistemas de control de acceso potenciados por IA pueden aprovechar soluciones como los métodos de reconocimiento facial para garantizar que sólo el personal autorizado pueda entrar en zonas sensibles.
Hacia un futuro más flexible y eficiente en la sanidad
«La mayor oportunidad que ofrece la IA no es reducir los errores o la carga de trabajo, ni siquiera curar el cáncer: es la oportunidad de restaurar la preciada y consagrada conexión y confianza -el toque humano- entre pacientes y médicos», escribe Eric Topol en su libro Medicina Profunda.
En definitiva, la IA ha sido ya, posiblemente, una de las mayores preocupaciones de la asistencia sanitaria, sin embargo, tiene el potencial de mejorar significativamente el diseño y la funcionalidad de los hospitales. Aplicada de forma responsable y ética, la IA está preparada para ayudar a los arquitectos a crear un sistema sanitario más eficiente, personalizado y centrado en el paciente.