Urbanización

Lecciones sobre acceso subterráneo inteligente en Montreal y Singapur

¿El futuro de las ciudades está bajo tierra? Las ciudades que quieren ser referencias del planeta durante este siglo ya hace tiempo que exploran las infraestructuras subterráneas para garantizar su resiliencia, sostenibilidad y desarrollo equitativo. La densidad habitacional, la presión climática y la escasez de recursos disponibles degradan el entorno urbano y fuerzan a buscar soluciones en el subsuelo.

Más allá de plantear refugio ante unas condiciones meteorológicas adversas y de aportar a las ciudades redes de transporte o espacios de aparcamiento, una nueva mirada bajo la superficie explora también formas de reducir la demanda energética. Por ejemplo, proponiendo soluciones basadas en la geotermia. Y también aspira a recuperar terrenos para zonas verdes y viviendas asequibles, con una concepción esencialmente peatonal.

Da igual que hablemos de espacios públicos o privados: ya tenemos ejemplos en grandes ciudades de que el subsuelo es un entorno capaz de albergar nuevas infraestructuras de forma eficiente. Más de 30 kilómetros de túneles conectan oficinas, centros comerciales y transporte público bajo el suelo de Montreal. Mientras, en lo más profundo de la isla de Jurong, en Singapur, las Jurong Rock Caverns almacenan millones de metros cúbicos de hidrocarburos.

Estas son las poderosas razones de ambas ciudades para incluir el subsuelo en su desarrollo urbano.

La vida a 30º bajo cero en Montreal

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La ciudad subterránea de Montreal, en Canadá, es un auténtico sistema nervioso para la vida económica y cultural de una urbe vibrante que se resiste a verse paralizada por un clima de frío extremo, con temperaturas invernales que descienden más allá de los 30º bajo cero.

A lo largo de sus 33 kilómetros de corredores en el subsuelo, Montreal abarca una superficie urbana de 12 km cuadrados que alberga 1.200 oficinas, 2.000 establecimientos comerciales, más de 200 restaurantes, 40 bancos y 40 salas de cine, siete hoteles y cuatro universidades.

Para conectar todos estos lugares, en su interior aglutina 10 estaciones de metro, dos de tren y dos terminales de autobuses. El nodo subterráneo de la ciudad no solo estimula su crecimiento económico. Además, al ampliar el área peatonal disponible, mejora la seguridad urbana y fomenta las relaciones en la comunidad, esquivando la dureza de un clima adverso.

La Réso: Fluidez y Seguridad en un Espacio Cerrado

Esta parte de Montreal bajo tierra, conocida como La Réso, debe gestionar de manera sostenible el desplazamiento diario de más de 500.000 personas, unos 183 millones cada año. Es el principal desafío de una instalación que combina zonas privadas y complejos públicos, todavía inmersa en el debate de cómo discriminar el acceso para incluir la mayor diversidad de usuarios posible y crear transiciones más fluidas hacia los espacios exteriores. De ahí que la aplicación de soluciones innovadoras de seguridad sea una de las claves para garantizar su buen funcionamiento.

El objetivo es mantener la fluidez y la confianza ciudadana en un espacio cerrado, ofreciendo un sistema blindado frente a ataques digitales y físicos. Al priorizar la movilidad es básico apostar por sistemas de acceso inteligente, con integración de RFID y reconocimiento facial. Destaca el uso de cámaras equipadas con sensores que controlan tanto el flujo de personas como la presencia de humo o fuego, los objetos abandonados, e incluso cambios bruscos en la temperatura de cada zona. Los datos que proporcionan estos sensores son almacenados y posteriormente analizados por un centro de control apoyado en IA, capaz de emitir una alerta temprana para realizar una evacuación rápida o el cierre de instalaciones si fuera necesario.

La conectividad y privacidad de los datos están garantizadas por una infraestructura de red protegida con VPN, cifrado y gestión centralizada desde el Ayuntamiento. Esa red coordina el transporte, la seguridad y el mantenimiento en los distintos puntos de control, reforzados con tecnología de autenticación multicapa y dispositivos IoT para controlar entradas y salidas.

El Subsuelo, un Nuevo Horizonte para el Desarrollo de Singapur

El complejo Jurong Rock Caverns es una sofisticada instalación subterránea construida para el almacenamiento de hidrocarburos líquidos, como petróleo condensado. Desarrollado por JTC Corporation, fue concebido para dar soporte al sector petroquímico de Singapur, el cual aglutina aproximadamente un tercio de la producción manufacturera del país.

El JRC es la obra pública subterránea más profunda realizada en Singapur hasta la fecha, y una auténtica proeza de ingeniería y construcción: ubicado a 150 m bajo tierra, a su complejidad se suma el desafío de tener que construir sus cavernas a 130 m bajo el lecho marino. En su interior puede almacenar hasta 1,47 millones de m³ de petróleo, lo que equivale a 600 piscinas olímpicas.

Se inauguró en 2014, convirtiéndose en la primera instalación subterránea comercial del sudeste asiático. El proyecto implicó la excavación de cinco enormes cuevas, cada una con dimensiones de 27 metros de altura, 20 metros de ancho y 340 metros de largo, tan altas como un edificio de nueve plantas, junto con 8 km de túneles de acceso.

Como gran innovación en diseño, el petróleo almacenado allí está en contacto directo con la masa rocosa en lugar de encontrarse alojado dentro de costosos revestimientos impermeables de hormigón o acero. La contención se logra mediante un sofisticado sistema de "cortina de agua": una red de galerías y pozos que inyectan agua activamente en la roca circundante.

Almacenes Subterráneos para Mitigar la Falta de Espacio

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Para una ciudad-estado como Singapur, con una superficie de aproximadamente 716 km cuadrados y una población de más de 5,6 millones de habitantes, la competencia por el terreno disponible es una constante. El complejo JRC redefinió el espacio subterráneo como un recurso que impulsa el crecimiento económico continuo y mejora la habitabilidad urbana, convirtiéndose en un pilar de su planificación estratégica a largo plazo.

Las JRC no solo mejoran la seguridad de los productos almacenados, también se traducen en un ahorro de aproximadamente 60 hectáreas de tierra sobre el suelo. Terreno suficiente para albergar hasta seis nuevas plantas petroquímicas, reforzando así la posición de Singapur como un importante centro mundial de energía y productos derivados.

Las soluciones de seguridad aplicadas en estas instalaciones incluyen acceso biométrico avanzado y sistemas de credenciales inteligentes que restringen el paso a personal autorizado. Además, cámaras de vigilancia invisibles y sensores conectados IoT trabajan junto a tecnología de análisis predictivo e IA para monitorizar el entorno y controlar de forma constante aspectos como la temperatura y la presión, así como para hacer un cálculo de probabilidad de seísmos.

Una Estrategia Integral de Resiliencia Urbana

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Las JRC están perfectamente integradas en la estrategia de resiliencia urbana de Singapur. En este sentido, la Autoridad de Reurbanización Urbana (URA) ya está implementando Planes Especiales de Control del Subsuelo que muestran los usos subterráneos existentes y planificados, incluyendo líneas de transporte rápido, túneles de servicios públicos y conexiones peatonales.

Al permitir el acceso a la información a promotores y planificadores, la URA puede facilitar un desarrollo mejor coordinado, evitar posibles conflictos entre los diferentes usos del subsuelo y garantizar la gestión eficiente e integral de este recurso. Este enfoque está respaldado por cambios legislativos que otorgan al estado la propiedad del espacio subterráneo profundo, transformando la planificación de su uso de un desarrollo al estilo del "salvaje oeste" en una más acorde con la gestión cuidadosa de un patrimonio nacional.

Todo este proceso demuestra una estrategia estatal sofisticada, que ha transformado una debilidad fundamental en una ventaja competitiva de alto valor para la economía singapurense. La impulsan decisivamente la tecnología, un modelo innovador de planificación urbana y una gestión de recursos que ya se estudia a nivel mundial.

Equipo editorial dormakaba

Juan Carlos García Díaz

Juan Carlos García Díaz

Juan Carlos es periodista especializado en Tecnología e Innovación. Ha sido redactor jefe de la revista Nintendo Official Magazine y ha dirigido la agencia creativa y de contenidos Brand Lab dentro del grupo editorial Axel Springer en España.

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