El «Building Infromation Modelling» (BIM), ha ido evolucionando durante las últimas cinco décadas, se ha ganado muchos reconocimientos por lo mucho que reduce los costes y el tiempo en el proceso de construcción. Sin embargo, además de proyectos más eficientes, BIM puede intervenir para salvar el recurso más crucial de cualquier industria: La vida y la salud de las personas. Aunque el sector es consciente de la contribución de BIM a todas las fases de la construcción, la capacidad del software para mejorar el bienestar no está tan bien documentada. Gracias al aumento de las tecnologías y la digitalización, se han producido mejoras considerables en la salud y la seguridad en las obras de construcción en las últimas décadas. Sin embargo, la construcción sigue siendo uno de los sectores más peligrosos para los trabajadores.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada año 2,3 millones de personas fallecen por accidentes o enfermedades laborales. La organización afirma que la construcción acapara un porcentaje desproporcionadamente alto de estas muertes. Incluso en los países industrializados, hasta el 40% de las muertes relacionadas con el trabajo se producen en las obras de construcción, a pesar de que el sector sólo emplea al 10% de la población activa.
Al ayudar a los directores de proyecto a tomar mejores decisiones en cualquier fase de la construcción, BIM potencia la salud y la seguridad en las obras.
Mitigación de los riesgos de accidente
Aprovechando todos los datos pertinentes, así como los documentos, reglamentos o manuales de construcción, BIM identifica los riesgos críticos para la salud y la seguridad en las obras. Utilizando técnicas como la visualización, la simulación, la creación de prototipos virtuales y la validación, el BIM permite a los arquitectos prever una serie de escenarios potenciales antes incluso de que comience el proceso de construcción.
Una vez que la construcción está en marcha, BIM ayuda a los directores de obra a reducir los riesgos in situ. Las sencillas pero potentes funciones de BIM, como la comprobación de la conformidad, la planificación de escenarios, las herramientas de prefabricación o la detección de colisiones, mantienen a raya los accidentes a diario.
Menos agobio, más salud mental
La función más importante que hace de BIM una excelente herramienta de diseño es cómo hace posible la colaboración y la comunicación entre equipos. Las obras de construcción suelen ser entornos de mucho estrés, lo que puede crear una importante factura de salud mental tanto para los trabajadores como para los directivos. Por otro lado, numerosas investigaciones sugieren que una excelente comunicación es la clave para reducir el estrés en los entornos de trabajo.
La fatiga, el estrés y la somnolencia aceleran los riesgos de salud y seguridad en las obras. Sin embargo, la colaboración y la planificación eficiente pueden mitigarlo.
Al asignar tareas claramente definidas a cada empleado, el BIM reduce la carga de trabajo y el agobio, al tiempo que maximiza las horas productivas. Aunque el bienestar mental es un fenómeno complejo que depende de muchos otros factores, una gestión de proyectos fluida y sin complicaciones facilitada por BIM puede aliviar gran parte del estrés laboral.
Investigación eficaz de los accidentes
En el desafortunado caso de que se produzca un accidente a pesar de todas las precauciones, BIM puede ayudar a analizar por qué ha sucedido, y garantizar que no vuelva a ocurrir. Además, BIM ayuda a los arquitectos a planificar las emergencias y les ayuda a identificar y explicar las rutas de evacuación más eficaces para estar lo más preparados posible.
A pesar de todos los avances tecnológicos en la construcción, ninguna herramienta digital o analógica puede garantizar un lugar de trabajo libre de accidentes y BIM no es una excepción. Sin embargo, ayuda: Según un estudio, el 37% de los propietarios y contratistas declararon haber reducido en más de un 5% los incidentes notificables gracias a BIM.
Dado que los índices de accidentes laborales mortales disminuyen constantemente, BIM sigue siendo una de las herramientas más potentes para mejorar por sí solo la salud y la seguridad en las obras de construcción.