La arquitectura, con su profunda capacidad para definir y dar forma a nuestro entorno, emerge con frecuencia como un tema central en el mundo del cine. Las obras cinematográficas ofrecen una perspectiva única sobre la intrincada relación entre el diseño, el espacio y la humanidad, mostrando cómo la arquitectura refleja las narrativas culturales e históricas e influye en ellas. Estas cinco películas exploran temas arquitectónicos de maneras únicas y fascinantes:
1. «The Brutalist» (2024) – La arquitectura brutalista como motor narrativo
Dirigida por Brady Corbet y aclamada en el Festival de Cine de Venecia de este año, «The Brutalist» ofrece una descripción muy convincente del impacto estético y social del brutalismo. La historia sigue a Laszlo Toth (interpretado por Adrien Brody), un arquitecto judío y superviviente de un campo de concentración que emigra a los Estados Unidos después de la guerra para cumplir sus sueños arquitectónicos en medio de la urgente necesidad de reconstruir ciudades y naciones.
La arquitectura brutalista, conocida por su uso descarnado del hormigón en bruto y su diseño funcional, refleja la resistencia y la dureza del protagonista. Los imponentes edificios sin adornos no solo encapsulan una época histórica, sino que también encarnan una postura filosófica sobre lo perdurable y la resiliencia ideológica.
En «The Brutalist», la arquitectura va más allá de su papel meramente escénico y se convierte en una fuerza fundamental que da forma a la narración, obsesiona al protagonista y simboliza una época marcada por profundas transformaciones.
2. «My Architect: A Son’s Journey» (2003) – Una biografía íntima sobre Louis Kahn
Aunque técnicamente es un documental, «My Architect» merece ser incluido en nuestra lista por su retrato íntimo y profundo de Louis Kahn, una figura imponente de la arquitectura moderna. Dirigida por el hijo de Kahn, Nathaniel, la película se adentra en la tumultuosa vida personal del arquitecto y su distinguida carrera, mezclando narrativas familiares con logros profesionales.
Louis Kahn, célebre por obras maestras como la Asamblea Nacional de Bangladesh y el Museo de Arte Kimbell, emerge como un genio y un hombre de profundas contradicciones. La película celebra su legado arquitectónico mientras reflexiona sobre las luchas personales y las tensiones creativas a las que se enfrentó.
«My Architect» invita a los espectadores a descubrir las principales obras de Kahn, mostrando cómo sus diseños han dado forma a entornos y vidas, ofreciendo una mirada reflexiva de la arquitectura como un legado duradero y un reflejo de la existencia de su creador.
3. «Playtime» (1967) – La arquitectura como protagonista
«Playtime», dirigida por Jacques Tati, se destaca como una película seminal donde la arquitectura moderna juega un papel central. Con el telón de fondo de un París futurista caracterizado por edificios geométricos austeros e impersonales, la película aborda de manera conmovedora la alienación de los individuos en un paisaje urbano cada vez más estandarizado y tecnológico.
Monsieur Hulot, interpretado por el propio Tati, navega por este paisaje urbano ultramoderno, encarnando la lucha humana contra espacios diseñados para la eficiencia funcional pero que, en cambio, siembran la confusión y la desorientación.
La película ofrece una crítica matizada de la vida urbana moderna, destacando cómo tales entornos pueden alejar a las personas de las interacciones humanas genuinas y las alegrías simples. Tati no solo utiliza la arquitectura como herramienta para la comedia y la narrativa, sino que la integra tan a fondo que construyó todo un decorado de ciudad en miniatura, con estructuras de hormigón, vías y servicios públicos, para que sirviera como escenario de la película.
4. «La Gran Belleza» (2013) – La arquitectura de Roma como reflejo del alma
Dirigida por Paolo Sorrentino, «La Grande Bellezza» —ganadora del Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa en 2014— celebra Roma, un escenario monumental que refleja la búsqueda de significado del protagonista. Jep Gambardella, un escritor desencantado interpretado por Toni Servillo, navega por el encanto atemporal de Roma, moviéndose entre palacios históricos, iglesias barrocas y ruinas antiguas que son el eco de la antigua gloria de la ciudad.
A lo largo de «La Gran Belleza», la arquitectura articula pasajes sobre la decadencia, la estética y la superficialidad de la vida moderna. Las amplias tomas de Sorrentino, que presentan edificios romanos de manera prominente, dibujan un marcado contraste entre la grandeza histórica y los vacíos existenciales contemporáneos.
Roma no es solo un escenario pintoresco, sino un personaje vivo que interactúa con Jep. La arquitectura simboliza el anhelo humano de una belleza y un significado perdurables en medio de una aparente desolación.
5. «Blade Runner» (1982) – Arquitectura distópica: un futuro oscuro e inspirado
Dirigida por Ridley Scott, «Blade Runner» integra magistralmente la arquitectura con una narrativa futurista. La película presenta un Los Ángeles hiperurbanizado y distópico que mezcla el Art Deco con inmensas estructuras industriales, envuelto en un manto perpetuo de niebla contaminada y lluvia ácida, iluminado solo por luces de neón.
El escenario, dominado por imponentes edificaciones sin vida, refleja una sociedad que lucha contra la alienación y el declive. En «Blade Runner», la arquitectura encarna la degradación de la naturaleza humana en medio de un avance tecnológico descontrolado, representando una ciudad empapada y caótica marcada por marcadas divisiones de clase.
Ridley Scott se inspiró para las imágenes icónicas de la película en varias fuentes, incluyendo «Nighthawks» de Edward Hopper, el horizonte nocturno de Hong Kong, las vistas industriales de Tyneside, el cómic francés «Métal Hurlant» y la película «Metrópolis», enriqueciendo la profundidad de la narración y el léxico visual.
La arquitectura en el cine: cómo influyen los espacios construidos en las historias y las emociones
El cine que explora la arquitectura proporciona una visión profunda de cómo los entornos construidos dan forma a nuestras vidas, emociones y percepciones del mundo. Desde ‘biopics’ como «My Architect», que profundizan en la vida de arquitectos visionarios, hasta películas como «Playtime» y «The Brutalist», donde el escenario domina la narrativa, estas obras demuestran que la arquitectura es mucho más que un mero decorado. Actúa como un personaje, impulsa la trama y sirve como un potente símbolo de la condición humana y la dinámica social.