Todo vuelve: en la historia, en la moda, en el diseño y también en la arquitectura. Los edificios contemporáneos se ven influenciados por las tendencias del pasado, y la propia historia de la arquitectura no es sino una sucesión de modelos que vuelven, se transforman y se renuevan con el tiempo.
Entre ellos, un ejemplo que puede parecer erróneamente remoto es el de la arquitectura medieval, un periodo que fue todo menos oscuro, a pesar de que el filósofo y poeta Francesco Petrarca acuñara el término «Edad Oscura» para describir los siglos comprendidos entre el V y el XIV.
Arquitectura medieval y castillos
Todo el mundo tiene una imagen en su mente de un castillo medieval clásico. Estas estructuras fortificadas varían en características según el período histórico y su ubicación geográfica, pero generalmente cuentan con enormes muros de piedra, torres defensivas, puentes levadizos, espacios estrechos excepto en las salas de recepción centrales, y escaleras de caracol.
Originalmente, estos componentes estaban puramente orientados a la seguridad, con los aspectos decorativos en un segundo plano. Incluso las almenas, que pueden parecer ornamentales, eran en realidad estructuras defensivas. Esto también se aplica a los patios interiores fortificados, espacios al aire libre diseñados para garantizar la seguridad de los habitantes del castillo.
Pero todos estos elementos siguen estando presentes, unas veces de forma explícita y otras, más sutil, en la producción arquitectónica contemporánea.
La interpretación moderna de la arquitectura medieval
¿No son acaso los rascacielos interpretaciones modernas de las torres medievales? Ciudades italianas históricas como Bolonia y San Gimignano a menudo se recuerdan como las ‘Manhattan’ del pasado.
La arquitectura contemporánea también toma prestados elementos individuales de la época medieval, reinterpretándolos en entornos residenciales y comerciales
Por ejemplo, la escalera de caracol, que tiene un origen aún más antiguo, ganó popularidad en la Edad Media. Permitía el movimiento dentro de torres estrechas y era muy útil para la defensa, ya que dificultaba el acceso simultáneo de múltiples enemigos.
Hoy en día, la escalera de caracol es un elemento arquitectónico decorativo, a menudo sinónimo de elegancia, que enfatiza y da carácter a cualquier espacio vertical.
Tomar prestadas características de seguridad y privacidad de los castillos medievales
Los elementos arquitectónicos de los edificios fortificados de la Edad Media todavía pueblan los proyectos de las construcciones actuales, especialmente en contextos de alto riesgo donde tanto la seguridad como la privacidad son primordiales.
Muchos edificios de lujo ahora incorporan muros perimetrales o jardines fortificados para mejorar la seguridad y, al mismo tiempo, permitir a sus usuarios disfrutar de amplios espacios al aire libre.
Si bien los edificios modernos suelen excluir algunos elementos de seguridad arcaicos como los fosos o los puentes levadizos, todavía es común encontrar entradas a edificios que están literalmente fortificadas, aunque reinterpretadas de manera creativa y equipadas con sistemas de acceso modernos.
La estética gótica en la arquitectura contemporánea
El diseño gótico, quizá el más influyente de la Edad Media, ha sido reinterpretado en cientos de edificios contemporáneos. La Torre Hearst de Nueva York, diseñada por Norman Foster, reconfigura las texturas geométricas de las iglesias góticas. Mientras que el Centro Pompidou de París, diseñado en la década de 1970 por Renzo Piano y Richard Rogers, cuenta con amplios espacios y elementos estructurales expuestos que reinterpretan las grandes catedrales góticas y sus arbotantes con un estilo moderno.
Los admiradores de Renzo Piano también pueden encontrar una notoria influencia gótica en el rascacielos londinense The Shard, cuya tensión vertical cónica recuerda a las agujas de las propias catedrales.
Materiales tradicionales y sostenibilidad
Redescubrir la arquitectura medieval en clave contemporánea también puede significar el uso de materiales tradicionales, al tiempo que se explotan los conocimientos modernos en términos de sus aplicaciones y combinaciones con otros nuevos.
Sin duda, el uso de la madera en portales y portones medievales es una elección que sobresale no solo estéticamente. De hecho, se trata de un material con un encanto único, renovable, fabricado con bajas emisiones de carbono y, además, biodegradable. Aunque sigue siendo importante tener en cuenta el origen de la madera utilizada, asegurándose de que proviene de un bosque gestionado de forma respetuosa.
Lo mismo ocurre con la piedra, que se utiliza principalmente como revestimiento. Un ejemplo de ello es el Museo Internacional de Diseño de China, diseñado por Álvaro Siza y Carlos Castanheira.
Optar por la piedra local, como en la época medieval, reduce las emisiones relacionadas con el transporte y fomenta el diálogo entre la arquitectura y su entorno, como en el proyecto de Alberto Campo Baeza para la Casa de Piedra en México.
Un camino de influencia histórica
Los arquitectos pueden extraer del pasado medieval valiosas lecciones sobre sostenibilidad, funcionalidad y seguridad. Las puertas de madera proporcionan soluciones sostenibles y eficientes, los castillos fortificados inspiran elementos de seguridad modernos, y las escaleras de caracol optimizan el espacio sin sacrificar la estética.
Estos principios pueden orientar los proyectos modernos hacia diseños más ecológicos y funcionales. De hecho, todavía hay muchas ideas que podemos extraer de la Edad Media, una época infravalorada y lista para ser redescubierta.