Pocos materiales de construcción fabricados por el hombre resisten tanto el paso del tiempo como el humilde ladrillo. Los historiadores creen que el ladrillo es el material de construcción más antiguo que se conoce. Los arqueólogos descubrieron ladrillos que datan del año 7.000 a.C. en algunos asentamientos antiguos del actual sur de Turquía.
El antiguo oficio de ladrillero continuó durante la Edad Media en Europa y alcanzó su apogeo durante la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX, que trajo consigo importantes avances en la producción de ladrillos.
Sin embargo, después del siglo XX, la popularidad del ladrillo disminuyó, ya que muchos modernistas se decantaron por el acero, el vidrio y el hormigón.
Ventajas del hormigón: atemporal, sostenible y duradero
A pesar del avance de los materiales y las tecnologías de construcción, el ladrillo está resurgiendo. Su mercado mundial crece a un ritmo constante y estable del 3% anual, y con razón: hecho de arcilla, el ladrillo es un material sostenible, natural y reciclable. Puede ofrecer una increíble variedad de valores y ventajas a los proyectos de construcción en los que se emplea, como durabilidad, aislamiento acústico, rendimiento térmico, solidez estructural y resistencia al fuego.
Además, el ladrillo conserva un enorme atractivo estético: tiene un aspecto clásico y atemporal que puede realzar el atractivo visual de un edificio. Está disponible en varios colores, texturas y patrones, lo que permite diseños creativos y detalles arquitectónicos.
Los cuatro ejemplos siguientes demuestran cómo puede utilizarse el ladrillo en la arquitectura moderna para crear diseños visualmente impactantes e innovadores, manteniendo al mismo tiempo una conexión con los materiales de construcción tradicionales.
4 impresionantes edificios modernos construidos con ladrillo
– Tate Modern – Londres, Reino Unido
Este emblemático museo de arte moderno se encuentra en la antigua central eléctrica de Bankside, convertida en espacio cultural por los arquitectos suizos Herzog & de Meuron en el año 2000.
El museo conserva la fachada original de ladrillo de la central eléctrica, creando una identidad visual única. El ladrillo de colores cálidos rinde homenaje al pasado industrial del edificio y contrasta con los añadidos modernos.
– Aparcamiento Katwolderplein – Zwolle, Países Bajos
Un aparcamiento de ladrillo en la ciudad de Zwolle, en los Países Bajos, demuestra que el ladrillo no es un material para soportar únicamente una estética industrial. El diseño ultramoderno de Katwolderplein, finalizado en 2017 por Dok Architects, se inspira en los caravansarais donde los viajeros de la Ruta de la Seda solían descansar y recuperarse de sus arduas travesías por el desierto.
A través de sus curvas hechas de ladrillo que se asemejan a dunas de arena, este aparcamiento totalmente sostenible puede albergar hasta 700 coches.
– Destilería de whisky Puni – Tirol del Sur, Italia
Construida en 2012 por Werner Tscholl, la destilería de whisky Puni es el primer y único lugar de Italia donde se produce esta bebida, y su arquitectura expresiva y contemporánea hecha con ladrillos ciertamente se alinea con esta singularidad.
El llamativo diseño se asemeja a un cubo, pero está construido en una estructura de celosía geométrica rigurosamente organizada, que permite que la luz natural y la ventilación favorezcan el proceso de destilación.
– Edificio comercial de oficinas Termeh – Hamedan, Irán
Situado en Hamedan, una de las ciudades más históricas de Irán, el edificio comercial de oficinas Termeh fue terminado por Ahmad Bathaei y Farshad Mehdizadeh Architects en 2015.
Este inusual edificio es también un lúdico ejemplo de arquitectura interactiva: Su fachada ondulante de ladrillo se encuentra con el suelo. A través de su diseño escalable, que imita los patrones urbanos históricos de Hamedan, el edificio comercial de oficinas Termeh invita al público a sentarse, caminar o jugar en él.
