«La robótica ha existido desde siempre, ha sido la próxima gran novedad desde siempre, y sus aplicaciones son algo tan emocionante y convincente que es fácil dejarse llevar. La gente a menudo lo hace, y esa es una de las razones que han frenado el desarrollo de esta industria», afirmó en una entrevista Colin Angel, ex CEO de iRobot.
La robótica ya está transformando todo tipo de sectores, pero sus efectos son especialmente significativos para industrias como la construcción, caracterizada por tareas repetitivas, procesos ineficientes y la necesidad de manipular y mover grandes cantidades de materiales pesados, a menudo en superficies irregulares.
Un estudio realizado por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y el Instituto de Política Económica del Medio Oeste afirma que en los EE.UU. casi la mitad de los trabajos de la construcción podrían ser reemplazados por robots para 2057. La revolución digital es evidente en este sector, con soluciones tecnológicas que impulsan el cambio, incluso en una industria en la que muchos procesos han permanecido inalterables durante un siglo.
Más eficiencia sin comprometer la calidad
La robótica transformará el futuro de la construcción, mejorando la calidad del trabajo, optimizando los procesos y la productividad, y mejorando su eficiencia y sostenibilidad.
En las obras, los robots pueden encargarse de tareas físicamente exigentes y agotadoras, minimizando los errores y el riesgo de lesiones de los trabajadores. No solo mejoran la seguridad, también garantizan que los proyectos se entreguen a tiempo, lo que reduce los residuos y los retrasos.
La historia de los robots de construcción se remonta a la década de 1960. Aunque estos primeros robots eran voluminosos y limitados, programados para tareas como la albañilería, el vertido de hormigón y la excavación, sentaron las bases para futuros avances en la construcción automatizada.
Después de modestas innovaciones iniciales, la industria de la robótica de la construcción está ahora en pleno auge. Se estima que alcance los 383,11 millones de dólares en 2024 y crezca a una tasa anual del 15,5% hasta 2029, alcanzando un valor esperado de 787,84 millones de dólares.
Los tipos de robots en la construcción de hoy
La industria de la robótica equipa al sector de la construcción con un conjunto diverso de herramientas. Entre ellas se encuentran los robots que automatizan la colocación de elementos constructivos, los vehículos autónomos para el transporte de materiales y la excavación, los brazos para la inspección de fachadas, las taladradoras de alta precisión y los robots de impresión 3D para estructuras complejas.
Estos son algunos ejemplos:
1. Brazos robóticos
Los brazos robóticos, diseñados para manejar tareas repetitivas y procesos ineficientes comunes en fábricas de todo el mundo, ya están revolucionando la construcción. Imitan los movimientos del brazo humano, lo que les permite completar tareas complejas con precisión y exactitud.
Por ejemplo, el robot Mule (Construction Robotics) está diseñado para facilitar la elevación de grandes bloques. Puede recoger materiales de todos los tamaños desde múltiples direcciones y puntos de agarre. Y se puede montar en la parte trasera de un remolque o incluso de un camión.
También es adecuado para otras actividades de construcción, como erigir muros de contención (asegurando que los bloques grandes se coloquen de manera precisa y segura), instalar paneles solares o ayudar con proyectos de construcción civil y paisajismo ejecutando tareas en diferentes terrenos.
2. Robots de colocación de ladrillos
Hadrian X, de la empresa australiana FBR, consiste en un camión con un gran brazo telescópico de 32 metros, capaz de colocar hasta 500 bloques por hora y completar las paredes externas e internas de una casa estándar en un solo día.
Las dimensiones de estos bloques pueden alcanzar los 60x40x30 cm y pesar 45 kilos. Su tecnología de estabilización dinámica y modelado CAD aseguran, según el fabricante, una construcción más precisa, evitando el desperdicio de materiales y reduciendo los costes totales del proyecto.
3. Lavado y perforación de fachadas
Robolift, desarrollado por la empresa noruega Nlink, está construido sobre una plataforma elevadora y equipado con un brazo robótico que acciona una potente hidrolimpiadora para el lavado de fachadas. Con las actualizaciones de software, también puede encargarse de las inspecciones de fachadas, el lavado con arena o la pintura.
Nlink también lanzó el robot de perforación Drilly en 2016, un proyecto diseñado para reducir las lesiones por estrés sufridas por los operadores que perforan paredes y techos. Gracias a que se controla desde una app y con un láser, sus perforaciones aspiran a ser respetuosas con el medio ambiente, dañando menos raíces y objetos subterráneos y generando menos polvo, suciedad y ruido.
4. Vehículos autónomos
Equipados con sensores avanzados y sistemas de navegación, los vehículos autónomos se mueven por las obras transportando materiales, levantando objetos y excavando terrenos con una mínima intervención humana.
Por ejemplo, una excavadora hidráulica llamada HEAP, modificada por el Instituto ETH de Zúrich, funciona de forma autónoma. Utiliza escáneres a bordo para mapear su entorno en 3D, lo que permite a la IA construir un muro de piedra de hasta 6 metros de altura y 24 metros de largo en solo un día.
La empresa Fox Robotics cuenta con una carretilla elevadora autónoma, capaz de descargar un remolque lleno de palets en menos de 50 minutos. FoxBot está equipada con un conjunto de cámaras y sensores con los que identificar palets y detectar obstáculos en tiempo real.
Su firmware le permite conducir con un control preciso de su velocidad y posición. Incluso en entornos estrechos y caóticos, puede crear mapas automáticamente y sobre la marcha. Todo lo que el operador tendrá que hacer es abrir el remolque del camión y, cuando sea necesario, recargar FoxBot con energía.
Baubot, diseñado por la empresa Fischer, es un robot que automatiza las tareas de fijación y montaje en la construcción. Permite una mayor precisión en la colocación de anclajes, lo que permite trasladar el plano del proyecto a la realidad de la obra.
Gracias a sus sensores, el robot detecta cualquier desviación del proceso estándar de perforación y colocación y responde con una estrategia predefinida. Además, es capaz de crear una zona de seguridad a su alrededor para evitar la entrada no autorizada de personal en el área de trabajo.
5. Impresión 3D
La impresión 3D permite la construcción de viviendas de alta calidad de forma más rápida y asequible, lo que puede redefinir el concepto de desarrollo urbano.
Esta tecnología ya es compatible con la construcción de edificios de varios pisos usando capas precisas de distintos materiales. Por ejemplo, el sistema de construcción robótica de ICON, Phoenix, ha impreso en 3D más de 140 casas y estructuras en Estados Unidos y México. Phoenix puede imprimir un edificio completo, incluidos los cimientos y las estructuras del techo, y ya ha completado un prototipo de estructura de 8 metros de altura
Además, la impresión 3D permite a los arquitectos crear modelos a pequeña escala para demostrar la viabilidad de diferentes formas, superficies y fachadas antes de que se construyan. Un argumento muy eficaz a la hora de defender nuevos enfoques de diseño ante las empresas constructoras.
Robotizar todas las fases de un proyecto
En cada uno de estos ejemplos, la robótica trabaja a favor de la innovación, la productividad, la sostenibilidad y el control de calidad, lo cual afecta a todas las fases de un proyecto.
Desde la planificación hasta el acabado, los robots pueden realizar tareas más rápido -hasta un 30% más, según un estudio del Instituto de la Industria de la Construcción – y con mayor precisión. También optimizan recursos, recuperan elementos reciclables y fomentan la economía circular. Los proyectos requieren menos tiempo y, por lo tanto, menos energía, lo que reduce los costos.
Pero sin duda, la cualidad que los hará imprescindibles es la seguridad. Los robots son más eficientes, no sufren distracciones ni los efectos de la fatiga y se ven menos afectados por los factores meteorológicos. Un entorno más controlado también significa menos riesgo de lesiones o accidentes para los trabajadores humanos. Especialmente en tareas como las excavaciones, los movimientos de tierras o la gestión de materiales de alto riesgo dentro de las obras.