El modelado de información para la construcción (BIM) tuvo sus inicios en la década de 1970, cuando los innovadores del diseño de Estados Unidos, Europa Occidental y el bloque soviético compitieron por crear una solución de software que transformará la arquitectura. Gracias a esta tecnología, que no deja de crecer y optimizarse, a finales del siglo XX la arquitectura moderna vivió un minirrenacimiento.
La naturaleza colaborativa de BIM permite a múltiples partes interesadas, como arquitectos, ingenieros y otros profesionales de la construcción, trabajar juntos a la perfección para sacar el máximo partido a sus proyectos.
En el año 2020, BIM ha dejado de ser un enfoque vanguardista para el modelado de edificios y se ha convertido en la norma mundial de la arquitectura.
A continuación, te explicamos por qué BIM se ha impuesto en el mundo de la construcción en tan solo unas décadas, y esto es solo el principio de su popularidad.
Colaboración sin fisuras para sacar lo mejor
El célebre jugador de baloncesto Micheal Jordan dijo: «El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos». Esta visión es especialmente cierta en arquitectura.
BIM es una poderosa herramienta que potencia el motor de todo proyecto arquitectónico ambicioso: La colaboración.
Gracias a ella, los directores de proyecto no sólo están al tanto de cada detalle, sino que también permite a los equipos intercambiar datos de diseño y agilizar cada etapa del proyecto. Esta visión general de alto nivel permite a las partes interesadas revisar el estado de «publicación» con respecto a los plazos para estar al tanto de todo.
Proyectos arquitectónicos más competitivos con menos recursos
En las últimas décadas, un problema importante que ha afectado al sector de la construcción, han sido los bajos márgenes de beneficio, que han afectado incluso a las grandes empresas. Aunque la volatilidad del mercado financiero mundial contribuye a ello, un factor importante para los bajos márgenes de beneficio es la ineficiencia: Los grandes proyectos de todas las clases de activos suelen tardar un 20% más de lo previsto en terminarse y se desvian hasta un 80% del presupuesto, según McKinsey. Debido a esta ineficiencia, sólo en la UE, hasta el 30% de los residuos proceden de los materiales de construcción, lo que supone un impacto medioambiental devastador.
BIM y la mayor digitalización del sector están cambiando lentamente este panorama. El aumento de la eficiencia, la planificación y la ejecución con precisión láser reducen drásticamente tanto los costes como el impacto medioambiental.
Según una encuesta, el 70% de los usuarios de BIM creen que el software les proporciona una ventaja competitiva. Gracias a la perspectiva de vista de pájaro que obtienen los jefes de proyecto con BIM, pueden hacerlo todo mejor, más rápido y con menor coste, utilizando menos recursos.
Van Wijnen, un arquitecto holandés, afirma que el software ha reducido a la mitad los plazos de desarrollo: Cuando antes su equipo tardaba 120 días en terminar una casa, el mismo proyecto solo tarda 60 días en ejecutarse utilizando BIM.
La exploración creativa lleva a proyectos más ambiciosos
Desde rascacielos de última generación hasta islas construidas por el hombre, el siglo XXI ha sido testigo de un gran número de proyectos arquitectónicos excepcionalmente ambiciosos en todas partes. La proliferación de BIM y el auge de estos proyectos no son una coincidencia.
La capacidad de completar los proyectos de forma eficiente y sin problemas, a veces antes de tiempo, permite a los visionarios de la arquitectura explorar opciones creativas para ir más allá. De ahí que la colaboración fluida, la retroalimentación rápida y la supervisión completa ayuden a las mentes maestras del diseño a elevarse para llevar sus proyectos a nuevas dimensiones creativas.
Con BIM, generar nuevas ideas, explorarlas y probarlas ya no es un esfuerzo titánico que lleve meses o semanas.
Impulsar un renacimiento arquitectónico
La construcción sigue siendo uno de los sectores menos digitalizados del mundo. Sin embargo, la forma en que el BIM se apoderó del mundo de la arquitectura desde los años 70 demuestra que la comunidad global de constructores está ávida de disrupción. A medida que aumenta el entusiasmo por el BIM y otras tecnologías digitales, el mundo está al borde de otro renacimiento arquitectónico.
