África es el continente más joven y con el crecimiento más rápido. También el más rural del mundo. Alrededor del 58 por ciento de su población, 1.500 millones de personas en la actualidad, una cifra que se prevé aumente a 2.400 millones en 2050, aún vive en áreas rurales. Sin embargo, África también está impulsando la urbanización mundial. En las próximas décadas, se espera que las ciudades africanas experimenten un auge y una expansión similares a las de las metrópolis de Asia.

Gracias a esta dinámica, en toda África se está produciendo un aumento masivo de la construcción. Un 80 por ciento de los futuros edificios del continente están aún por construir. El mercado de la construcción está valorado en 58.400 millones de dólares en 2024 y se espera que alcance los 74.800 millones en 2029, con un crecimiento constante de más del 5 por ciento cada año.

Por otro lado, no es ningún secreto que hay una escasez mundial de mano de obra en el sector de la construcción. Pero, gracias a algunas transformaciones recientes, algunos proyectos pioneros en África están preparados para convertir una crisis potencial en una oportunidad de empoderamiento, contratando y capacitando a más mujeres en la construcción.

Romper barreras: un legado de exclusión

Históricamente, la industria de la construcción ha sido un campo dominado por los hombres. Las mujeres se han enfrentado a importantes barreras de entrada, a menudo se les ha negado el acceso a oportunidades de formación o se las ha excluido de oficios tradicionalmente considerados como «trabajo de hombres«.

Como en muchos otros sectores, las normas culturales y los estereotipos han desempeñado un papel importante en la marginación de la mujer en la construcción, desde la percepción de que es físicamente demasiado exigente hasta las expectativas sociales de que las mujeres prioricen el cuidado de la familia a sus carreras profesionales.

La igualdad de género en la construcción implica el acceso a la formación, el empleo a todos los niveles y la capacidad de ascender a puestos de liderazgo. Promover la diversidad y la inclusión en la construcción no es solo un bien social, también es una decisión empresarial inteligente. Según un informe de McKinsey, las empresas en el cuartil superior en diversidad de género en la junta directiva tienen un 27 por ciento más de probabilidades de obtener un rendimiento financiero superior que las del cuartil inferior.

Cualquier industria que adopte la igualdad de género tendrá acceso a una reserva de talento más amplia, fomentando la innovación e impulsando el crecimiento. Teniendo en cuenta el auge de la construcción en muchos de sus países y el hecho de que la población en edad de trabajar de África aumentará en 450 millones de personas para 2035, el continente ofrece una condición ideal para crear miles de nuevos puestos de trabajo en la construcción al tiempo que fomenta la igualdad de género.

Allanar el camino para el cambio: política y legislación

Los gobiernos africanos reconocen cada vez más la importancia de la igualdad de género en todos los sectores de la economía, y la construcción no es una excepción. Esto se traduce en reformas políticas y marcos legislativos destinados a nivelar el campo de juego.

Por ejemplo, medidas de acción afirmativa como el objetivo de Ruanda de un 30 por ciento de participación femenina en proyectos públicos o la cuota de Kenia para que las empresas propiedad de mujeres participen en las adjudicaciones de obras públicas.

La Carta del Sector de la Construcción de Sudáfrica promueve programas de capacitación para mujeres y aborda la seguridad femenina en el lugar de trabajo. En Etiopía, la ley exige que una mujer trabaje en la construcción de la misma manera que un hombre en términos de salarios, condiciones y beneficios, e insta a las empresas a desarrollar planes para el reclutamiento de mujeres y su avance hacia posiciones de liderazgo.

Políticas como estas demuestran un compromiso cada vez mayor con la creación de una industria de la construcción más inclusiva en África.

Promover una cultura de respeto: hacia lugares de trabajo más inclusivos

Crear lugares de trabajo en la construcción que sean inclusivos y acogedores para todos los géneros es esencial para el éxito a largo plazo. Esto significa fomentar un entorno que valore la diversidad, promueva el respeto y brinde igualdad de oportunidades.

Varias organizaciones de gran impacto, como BuildX Studio, Build Health International y MASS Design Group, lideran el camino hacia proyectos igualitarios que demuestran los resultados positivos de los lugares de trabajo inclusivos.

Las iniciativas para abordar la discriminación, el acoso y los prejuicios de género son cruciales para desmantelar barreras y crear un entorno seguro y empoderador para las mujeres en la construcción.

Adquirir habilidades y confianza: invirtiendo en la fuerza laboral del futuro

Invertir en educación técnica y profesional de las mujeres es una herramienta poderosa para impulsar la economía de África y crear una sociedad más inclusiva.

Se están llevando a cabo esfuerzos de desarrollo de capacidades en toda África. Desde Somalia hasta Nigeria, cada año surgen nuevas iniciativas en diferentes rincones del continente.

Los programas de capacitación vocacional brindan a las mujeres las habilidades técnicas necesarias para los trabajos de construcción, desde carpintería y soldadura hasta gestión de proyectos. Los programas de aprendizaje ofrecen también experiencia directa, y permiten a las mujeres aprender de profesionales experimentados y obtener capacitaciones prácticas en entornos de construcción del mundo real.

En Kenia, el proyecto BuildHer trabaja para lograr exactamente esto. «Nuestro desafío sigue siendo mayúsculo: empoderar a las mujeres a través de empleos de alto valor en un sector de alto crecimiento dominado por hombres y, al mismo tiempo, mantener el acceso a la educación, la capacitación y el desarrollo de habilidades críticas para un grupo vulnerable que no tiene la infraestructura o los recursos necesarios para acceder a la educación virtual o el aprendizaje a distancia», dice Tatu Gatere, cofundadora y directora ejecutiva de este proyecto.

Construir un futuro mejor: progreso y oportunidades

Gracias a sus transformaciones más recientes, muchos países africanos ya están por delante de sus homólogos occidentales en términos de igualdad de género y participación de las mujeres en la construcción.

Por ejemplo, en Sudáfrica, las mujeres representan alrededor del 10 por ciento del sector de la construcción, superando a países como Estados Unidos, Alemania, España y Francia. Muchas ya están dejando sus huellas en el continente y alterando los horizontes de las ciudades africanas con proyectos emblemáticos: en Johannesburgo, nueve de los 11 arquitectos que construyeron el rascacielos más alto de África eran mujeres.

Del mismo modo, en Kenia, las estudiantes femeninas representan un tercio de los estudiantes en dos universidades públicas que ofrecen cursos como arquitectura, bienes inmuebles, planificación, gestión de la construcción, topografía y diseño de interiores.

Dicho esto, si bien África ha logrado avances significativos en la promoción de la igualdad de género en la construcción, persisten desafíos. Cambiar las normas culturales profundamente arraigadas en el continente y garantizar entornos de trabajo seguros para las mujeres en las obras de construcción requiere de un esfuerzo continuo. Además, es necesario mejorar el acceso a la financiación para las empresas de construcción propiedad de mujeres.

A pesar de estos obstáculos, las oportunidades son inmensas en uno de los sectores de más rápido crecimiento de África.

Al abordar estos desafíos y seguir invirtiendo en formación, capacitación, políticas y fomento de entornos de trabajo inclusivos, África tiene ante sí la oportunidad de situarse a la vanguardia de la igualdad de género en la construcción. Empoderar a las mujeres para que sean protagonistas en una fuerza laboral más capacitada y diversa puede contribuir decisivamente a  crear un futuro más próspero y equitativo para todo el continente.