En 2023, Tesla reveló que sufrió una importante violación de datos instigada por dos exempleados que filtraron información confidencial a una agencia de noticias extranjera. Según la empresa, incluían nombres, direcciones, números de teléfono y números de la seguridad social de unos 75 mil empleados (y ex empleados). No solo eso, sino que expusieron datos bancarios de los clientes, algunos secretos de producción y comentarios críticos sobre la funcionalidad de conducción autónoma sus vehículos. 

En mayo de 2022, Qian Sang, un antiguo investigador de Yahoo, supuestamente descargó 570.000 páginas de propiedad intelectual tras aceptar una oferta de trabajo de The Trade Desk. La empresa tecnológica respondió rápidamente con una carta de cese y desistimiento al descubrir lo sucedido, y posteriormente presentó denuncias legales por el robo de secretos comerciales.

En 2020, durante el inicio de la pandemia de Covid-19, Christopher Dobbins, un empleado recientemente despedido de Stradis Healthcare en Georgia, tomó represalias utilizando una cuenta encubierta para acceder y eliminar datos críticos del sistema de la empresa. Este acto malintencionado retrasó la entrega de equipos de seguridad personal a los sanitarios en primera línea.

Estos incidentes son ejemplos destacados de los importantes riesgos de seguridad a los que se enfrentan las empresas. Amenazas que ponen en peligro la seguridad personal y física tanto en el centro de trabajo como fuera de él. ¿Qué medidas se pueden implementar para evitar brechas de seguridad así de graves?

El análisis de la fuerza laboral como punto de partida

Es esencial analizar a los gerentes y empleados como piedra angular de un entorno de trabajo «saludable». Es crucial conocer a una fuerza laboral cada vez más dominada por los Millennials y la Generación Z , quienes constituirán aproximadamente el 58% de los trabajadores del mundo para 2030. Ambos grupos son notablemente más receptivos a las innovaciones empresariales que otros.

El análisis de la fuerza laboral implica recopilar datos de los empleados, analizar esta informacion y aprovecharla para optimizar las decisiones empresariales y alcanzar los objetivos. Es crucial tener en cuenta no solo las dinámicas internas, sino también las modalidades de trabajo remoto e híbrido. Estos análisis exhaustivos ayudan a identificar tendencias y detectar anomalías de forma eficaz. 

Si bien el aumento en la adopción de tecnología dentro de las empresas ayuda a monitorizar los posibles desencadenantes de crisis, también complica el panorama. En particular, porque no todos los empleadores han implementado programas para llevar a cabo tales medidas de seguridad proactivas.

La monitorización no es lo mismo que la vigilancia

La complejidad de la supervisión en el lugar de trabajo surge no solo de los costos, sino también del desafío de distinguir entre monitorización y vigilancia. Aunque a menudo se perciben como sinónimos, estos conceptos son fundamentalmente diferentes.

La monitorización implica una supervisión autorizada y apoyada en el consenso de la fuerza laboral, un enfoque transparente, bien estructurado y basado en la confianza. Por el contrario, la vigilancia se lleva a cabo sin declaración y, por lo general, sin el consentimiento de los empleados, lo cual carece significativamente de transparencia.

Esta distinción es crucial, ya que una vigilancia inadecuada puede erosionar la confianza y contribuir a un entorno de trabajo poco saludable. Por el contrario, cuando se implementa y gestiona correctamente, la supervisión puede apoyar e incluso beneficiar a la fuerza laboral.

Según un  artículo reciente de LinkedIn, se prevé que el mercado de software de monitorización experimente un crecimiento excepcional de 2023 a 2031, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 8,3%. Se espera que este aumento anticipado en el valor de mercado atraiga un interés significativo de los inversores y las partes interesadas de la industria.

Cuando el empleado se siente seguro, la empresa se beneficia

Detectar comportamientos anormales o negativos es clave para la retención de empleados, la optimización del lugar de trabajo y el fomento de un entorno saludable y positivo. Al prevenir y abordar las irregularidades internas, la supervisión del lugar de trabajo ayuda a proteger a los empleados más vulnerables y honestos. Este enfoque ayuda a evitar represalias, prejuicios, acoso y descontento a través de la protección segura de la información personal y la exposición limitada.

Los datos internos que se derivan de las alertas de los empleados permiten a los empleadores realizar evaluaciones exhaustivas. Los algoritmos facilitan las evaluaciones anónimas, lo que garantiza que los comentarios sean seguros, proactivos y ricos en información para mejorar el lugar de trabajo.

La monitorización sirve como un medio para que los empleados compartan preocupaciones con la gerencia y busquen ayuda durante épocas difíciles. Cuando se gestiona de forma eficaz, este sistema fomenta una red de seguridad que es vital para cualquier organización.

No obstante, investigaciones recientes indican que el 44% de los empleados desconocen cuáles son las buenas prácticas de supervisión y monitorización en el lugar de trabajo. Además, uno de cada cinco jefes prefiere no revelar el uso del software de monitorización a sus trabajadores.

A pesar de esto, más del 90% de los empleados están abiertos a la supervisión, aunque muestran preocupación sobre el uso adecuado de la información por parte de los empleadores. Y tienen razón: solo el 30% de los ejecutivos de las empresas que utilizan datos de la fuerza laboral afirman que los administran de manera responsable y segura.

A medida que crece la demanda global de monitorización, es crucial que los gerentes, empleadores y líderes empresariales distingan entre la monitorización y la vigilancia para mantener un entorno de trabajo próspero y pacífico.