Numerosos estudios demuestran que el diseño urbano tiene el potencial de reducir el riesgo de delincuenciay aumentar la seguridad de los edificios. La prevención de la delincuencia mediante el urbanismo (CPTED <<Crime Prevention Through Environmental Design>>) es un método de diseño que utiliza principios estéticos y, al mismo tiempo, reduce tanto la vulnerabilidad como la posibilidad de cometer delitos. La aplicación de las estrategias CPTED durante la fase de diseño de un edificio es la forma más rentable y eficaz de potenciar la seguridad, pero una ventaja es que también pueden integrarse en los edificios existentes.
El concepto de desalentar la delincuencia mediante el diseño urbanístico no es nuevo. La Gran Muralla China o los fosos de los castillos medievales de Europa son ejemplos de esta práctica centenaria. El CPTED se convirtió en un enfoque de diseño aceptado en la década de 1970. Ahora, edificios y comunidades de todo el mundo lo adoptan. Aunque los principios específicos de CPTED pueden variar, las estrategias básicas incluyen la vigilancia natural, el control de acceso natural, el refuerzo territorial y el mantenimiento. La incorporación de estos principios puede aumentar considerablemente la seguridad de cualquier edificio.
Vigilancia natural
Las personas que buscan realizar actividades delictivas no quieren ser observadas. Por ello, el tema de este principio es crear un entorno que facilite la visibilidad de la actividad y, lo que es aún más importante, que permita a los posibles delincuentes saber que están siendo observados. Las siguientes precauciones son parte integrante de la sensación de visibilidad.
- Ventanas: Mantén las ventanas libres de obstáculos, tanto en el interior como en el exterior. Los obstáculos pueden ser cualquier cosa, desde árboles hasta jardines, decoraciones en el vidrio o equipos de oficina. Cuando sea posible, orienta los escritorios hacia las ventanas para que los usuarios puedan ver lo que ocurre en el exterior y quién entra y sale del edificio. Incorporar ventanas en todos los ángulos con vistas completas del inmueble suele ser una sabia elección de diseño.
- Entradas: Lo ideal es que las puertas del edificio sean al menos parcialmente visibles hacia la calle o el aparcamiento, con una línea de visión clara para ver a una persona que se acerque desde la distancia.
- Iluminación: Una buena iluminación es un importante elemento disuasorio para los delincuentes. Mantener las entradas y los aparcamientos bien iluminados e instalar luces en los puntos oscuros puede reducir significativamente los riesgos delictivos.
- Paisajismo: Los posibles escondites pueden atraer la actividad delictiva. Sin embargo, moviendo o eliminando las vallas y los contenedores y recortando los arbustos y setos a un máximo de 2,5 a 3 pies, es posible mitigar los riesgos.
Control natural de acceso
Estrechamente relacionado con el principio de vigilancia natural, el control natural de acceso implica el uso de la jardinería, la iluminación, las señales, las vallas y otros elementos similares para dirigir a las personas hacia donde tienen que ir y para marcar las zonas públicas y privadas.
- Entradas: Lo ideal es que sólo haya una entrada y una salida en un edificio para maximizar la seguridad. Instala puertas que se cierren y bloqueen automáticamente y considera la posibilidad de una entrada en forma de laberinto en un gran vestíbulo público.
- Paisajismo: El uso de senderos y señales para dirigir a la gente a la entrada del edificio hace que las personas tengan menos excusas para estar en zonas que no deberían estar.
Refuerzo del territorio
Este principio implica la diferenciación entre espacios públicos y privados, lo que disuade a los posibles intrusos de entrar en zonas privadas. El refuerzo del territorio también fomenta el sentimiento de propiedad. Cuando los ocupantes del edificio sienten que el territorio es «suyo», es más probable que se sientan responsables de la propiedad y se cuiden de los intrusos.
Los métodos incluyen:
- Utilizar una entrada o vestíbulo como lugar de transición entre los espacios públicos y privados.
- Marcar los límites de la propiedad con jardines, vallas o bordillos.
- Cambiar la forma en que se utilizan los espacios dentro de una propiedad. Por ejemplo, una zona que no se utiliza a menudo puede evitarse, lo que da lugar a más oportunidades de actividad delictiva. Si se aplican enfoques como la creación de un espacio acogedor y se anima a los usuarios a utilizarlo o se trasladan las máquinas expendedoras a la zona, esta se vuelve más segura, ya que hay una mayor vigilancia.
Mantenimiento para la seguridad
Los delincuentes pueden considerar que un edificio descuidado, deteriorado y mal iluminado es una señal de bienvenida. El mantenimiento del edificio aumenta la seguridad, disuade a los delincuentes, ya que deja claro que los propietarios se preocupan y vigilan lo que ocurre.