Cuando Lina Bo Bardi, arquitecta brasileña nacida en Italia, fue homenajeada con la primera exposición de su obra, corría 1989 y tenía ya 74 años. La muestra tuvo lugar en la Universidad de São Paulo, donde el sueño de Bo Bardi de obtener un puesto como profesora había sido denegado 30 años antes. Sin embargo, la institución acabó organizando una exposición sobre su propuesta para revitalizar Salvador, la primera capital colonial de Brasil.
Este giro del destino subrayó una carrera notable, marcada por la resiliencia, la reinvención y, finalmente, un profundo impacto en el panorama arquitectónico de Brasil y más allá.
Primeros años de vida e influencias: de Roma a Río, un viaje artístico
Nacida Achillina Bo en Roma en 1914, las inclinaciones artísticas de Bo Bardi fueron evidentes desde una edad temprana. Aprendió a dibujar de su padre, que era constructor y artista visual aficionado.
Bo Bardi se consagró a la arquitectura, graduándose en el Colegio de Arquitectura de Roma en 1939. Después se mudó a Milán, donde colaboró con el arquitecto Carlo Pagani e inicialmente lanzó su carrera como periodista de diseño, en parte debido a la falta de trabajo en la dura economía de guerra.
Trabajó para varias publicaciones italianas, incluido un puesto como subdirectora de la icónica revista de diseño Domus durante 1944 y 1945. Sin embargo, la devastación de la Segunda Guerra Mundial, cuyos bombardeos llegaron a destruir la oficina de Bo Bardi en Milán, la obligó a redefinir su camino.
En 1946, Bo Bardi se casó con el también periodista y crítico de arte Pietro Maria Bardi. Esta unión no solo sería personal, sino también profesional, ya que la pareja finalmente zarparía hacia Brasil en 1947. Este cambio expuso a Bo Bardi a una nueva y vibrante cultura y a un floreciente movimiento modernista, profundamente influenciado por el paisaje brasileño.
Estilo y obras notables: arquitectura modernista en un ambiente tropical
Como inmigrante, Lina Bo Bardi asimiló rápidamente las influencias brasileñas a su filosofía de diseño. Si bien sus primeros trabajos mostraron una sensibilidad modernista, pronto se convirtieron en una mezcla única. Abrazó la belleza del diseño y los materiales locales, reinterpretando el racionalismo italiano de la posguerra con un estilo claramente brasileño y tropical.
En su prolífica carrera, algunos de sus diseños más notables incluyen:
La Casa de Vidrio: Esta obra maestra modernista sirvió como su propio hogar y ejemplifica su fusión de modernismo e influencias brasileñas.
El Museo de Arte de São Paulo (MASP): Este icónico museo, elevado sobre pilotis, crea una vibrante plaza abierta debajo, mostrando el compromiso de Bo Bardi con el espacio público y la interacción social.
La Fábrica Pompéia (Centro Cultural São Paulo): Este antiguo complejo industrial fue revitalizado por Bo Bardi para convertirlo en un próspero centro cultural, demostrando su dedicación a la reutilización adaptativa y a la creación de espacios para la comunidad.
El Solar do Unhão: Este edificio histórico fue restaurado por Bo Bardi, destacando su interés en preservar el patrimonio cultural.
The Chame-Chame House: Esta residencia privada muestra el uso de materiales locales de Bo Bardi y la reinterpretación de elementos de diseño tradicionales brasileños.
El Teatro Oficina: Este proyecto de renovación del teatro enfatiza aún más el compromiso de Bo Bardi con la creación de espacios culturales y el fomento de la expresión artística.
Una personalidad creativa: diseñadora de muebles, escenógrafa, comisaria, editora…
Además de su impactante trabajo como arquitecta, Bo Bardi fue una creativa polifacética que exploró distintas formas de arte, como el diseño de muebles, la curaduría de exposiciones e incluso la producción teatral.
Bo Bardi también se mantuvo cerca de sus raíces periodísticas y continuó publicando, como lo demuestra su labor de cofundación y edición de la revista Habitat en 1950, una publicación que se describió a sí misma como una «revisión de la arquitectura y el arte en Brasil».
Su compromiso con la responsabilidad social se extendió a su papel como educadora, participando activamente en conferencias y debates para abogar por un enfoque más socialmente consciente de la arquitectura.
Un legado continuo: perseverancia creativa en tiempos difíciles
Cuando Bo Bardi recibió a título póstumo el León de Oro Especial a la Trayectoria en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2021, en un momento en que la pandemia de COVID-19 seguía desarrollándose, el comisario Hashim Sarkis comentó: «Lina Bo Bardi también ejemplifica la perseverancia de una arquitecta en tiempos difíciles, ya sean guerras, conflictos políticos o inmigración, y su capacidad para seguir siendo creativa, generosa, y optimista en todo momento».
Sarkis señaló además que los poderosos edificios de Bo Bardi destacan por su diseño y por la forma en que unen la arquitectura, la naturaleza, la vida y la comunidad: «En las manos [de Bo Bardi], la arquitectura se convierte verdaderamente en un arte social».
La vida profesional de Bo Bardi se desarrolló en un contexto de dramáticos cambios sociales. La Segunda Guerra Mundial y la dictadura militar de Brasil , que duró entre 1964 y 1985, fueron solo algunos de los acontecimientos que marcaron un periodo de agitación política y marcadas desigualdades sociales.
Las contribuciones multifacéticas de Lina Bo Bardi trascendieron el ámbito del diseño, dejando un impacto duradero en el panorama cultural brasileño.
