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Los oasis urbanos mejoran nuestras ciudades de estas 6 formas

Parque, lago, ciudad

Nuestro planeta se sigue calentando. La Tierra acaba de vivir el año más caluroso de su historia en 2023, superando el récord anterior por un margen pequeño pero significativo. Una tendencia preocupante, ya que los 10 años más calurosos desde que hay registros pertenecen a la última década (2014–2023).

El problema es particularmente pronunciado en las grandes ciudades, donde el «efecto isla de calor urbano» puede hacerlas varios grados todavía más cálidas; empeorando la calidad del aire, aumentando el consumo de energía y haciendo que las ciudades sean más inhóspitas.

Pero hay una tendencia creciente en el diseño urbanístico que ofrece una solución refrescante: el oasis urbano.

¿Qué es un oasis urbano?

Un oasis urbano es una solución basada en la naturaleza, diseñada para hacer que las ciudades sean más frescas, limpias y manejables. Los paraísos verdes que conforman un oasis urbano pueden ser parques, jardines, arroyos para canalizar el agua de lluvia o incluso pequeños bosques urbanos.

Todos estos elementos trabajan en conjunto, creando ciudades más habitables frente a las altas temperaturas de las seis maneras siguientes:

1. Mitigan el calor y enfrían la jungla urbana

Los árboles proporcionan sombra, reduciendo la temperatura del suelo y mitigando el efecto isla de calor. Además, el proceso de liberación de vapor de agua de las plantas a través de sus hojas, conocido como evapotranspiración, ayuda a enfriar el aire circundante, ofreciendo un respiro a residentes y visitantes.

La infraestructura verde , como los árboles de las calles, los tejados verdes y los corredores con vegetación contribuyen a este efecto de enfriamiento al absorber el calor y reducir las temperaturas de la superficie. Esto se traduce en un entorno urbano más confortable y en una reducción de los riesgos para la salud relacionados con el calor.

2. Mejoran la calidad del aire

Más allá de ‘refrigerar’ la ciudad, los oasis urbanos son los auténticos campeones del aire limpio. Los árboles y otras plantas actúan como filtros naturales, capturando el polvo, el polen y otras partículas dañinas. También absorben contaminantes como el dióxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, dejando un aire más limpio para todos.

El proceso de fotosíntesis se suma a este beneficio. Las plantas absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, creando un ambiente más saludable para los habitantes de la ciudad.

La infraestructura verde también va más allá de los parques tradicionales. Las paredes vivas y los jardines verticales contribuyen a aumentar la superficie verde y crear un aire más limpio. Estos espacios verdes verticales actúan como filtros vivientes, capturando contaminantes y agregando una innegable belleza natural a las paredes y los tejados de la ciudad.

3. Crean biodiversidad: un hogar para la naturaleza en las ciudades

Los oasis urbanos proporcionan refugios para las plantas y los animales autóctonos, lo cual les permite proliferar en medio de la jungla de cemento y asfalto. Construir una red de parques conectados por corredores de vida silvestre, muros verdes, y franjas de vegetación que permiten que los animales se muevan con seguridad por la ciudad promueve la conectividad ecológica. Permite que las distintas especies del hábitat urbano encuentren comida y pareja, asegurando su supervivencia.

Del mismo modo, los oasis urbanos también juegan un papel vital en la restauración del hábitat. Al introducir plantas nativas y crear ecosistemas diversos, estos espacios verdes pueden convertirse en refugios para polinizadores como mariposas y abejas, actores cruciales en cualquier ecosistema saludable.

4. Controlan posibles desbordamientos y inundaciones

Las fuertes lluvias desbordan la infraestructura de la ciudad y provocan inundaciones. Los oasis urbanos ofrecen una defensa natural. Los árboles actúan como esponjas, absorbiendo el exceso de agua. Los jardines de lluvia y los arroyos la capturan y filtran, mientras que los humedales imitan la forma en que la naturaleza gestiona las aguas pluviales.

Estas soluciones verdes no solo reducen las inundaciones, sino que también crean un ciclo urbano del agua más saludable, lo cual convierte a las ciudades en más resilientes al cambio climático.

5. Mejoran nuestra salud física y mental

Los beneficios de los oasis urbanos van mucho más allá del medio ambiente. Los estudios demuestran que el acceso a los espacios verdes puede mejorar significativamente el bienestar psicológico de los habitantes de las ciudades. Pasar tiempo en la naturaleza reduce el estrés, promueve la relajación e incluso combate los síntomas de la depresión.

También se fomenta la actividad física con parques y corredores verdes que crean espacios acogedores para caminar, andar en bicicleta y recreación al aire libre. Esto no solo mejora la salud, sino que facilita la interacción social, ya que los residentes se relacionan mientras disfrutan de estos refugios verdes.

Dicho esto, el acceso equitativo es crucial para garantizar que todos los habitantes de las ciudades puedan obtener estos beneficios. Los espacios verdes estratégicamente ubicados y diseñados con principios inclusivos son imperativos para acoger a todos los residentes y fomentar un sentido de comunidad.

6. Revalorizan negocios y propiedades

Los oasis urbanos no solo son buenos para el medio ambiente, sino también para la economía. Las propiedades ubicadas cerca de espacios verdes tienen valores de mercado más altos, lo que atrae tanto a residentes como a empresas.

Desde Rumanía hasta Japón, múltiples investigadores han comprobado que los espacios verdes atraen  a más turistas a las ciudades, impulsando las economías locales. Además, los oasis urbanos crean oportunidades de empleo en industrias verdes, desde el paisajismo y el mantenimiento hasta el diseño y la construcción.

Las asociaciones público-privadas, en las que organismos gubernamentales colaboran con empresas, pueden movilizar recursos para el desarrollo y el mantenimiento de los oasis urbanos. Las inversiones filantrópicas de fundaciones y corporaciones también pueden desempeñar un papel vital.

Por último, fomentar una administración comunitaria de estos espacios verdes anima a los residentes a involucrarse en su cuidado y mantenimiento, incrementando aún más su valor social y fortaleciendo el entorno local.

Una respuesta natural al calentamiento de las ciudades

A medida que las ciudades se enfrentan al aumento de las temperaturas y otros desafíos ambientales, los oasis urbanos aparecen como una solución integral. Estas redes de parques, jardines y espacios verdes actúan como acondicionadores naturales, enfriando la ciudad, filtrando contaminantes y mitigando los riesgos de inundación.

Pero los beneficios van mucho más allá del medio ambiente: los oasis urbanos promueven la biodiversidad, mejoran el bienestar humano e impulsan la economía local.

Al adoptarlos como estrategia, las ciudades pueden transformarse en espacios más saludables, resilientes y verdaderamente habitables para todos.

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