Durante gran parte del siglo XX, una gran casa en los suburbios con un aspecto blanco era la máxima aspiración material. Como elemento más tangible del «sueño americano», millones de personas asociaban estas viviendas con la prosperidad y el éxito.

Avancemos rápidamente hasta el siglo XXI; el mundo está despertando a los apremiantes problemas medioambientales debidos a la amenaza del cambio climático. Muchos de los centros urbanos en auge se enfrentan a una crisis de la vivienda. A medida que los sistemas económicos y políticos van cambiando, también lo hacen las aspiraciones y necesidades espaciales de las personas.

En particular, las dos últimas décadas han experimentado el imparable ascenso del minimalismo. En arquitectura, ha sido uno de los paradigmas más definitorios de este siglo hasta ahora.

¿Qué es?

La microvivienda, un movimiento que se caracteriza por aprovechar al máximo los espacios más pequeños posibles, recurre cada vez más a las fronteras minimalistas. Especialmente a medida que el aumento de los precios de la vivienda y el auge de la urbanización tensan los presupuestos, desde Nueva York a Shanghai, cada vez más gente se muda a los llamados «microapartamentos«.

Los microapartamentos, cuyo tamaño suele oscilar entre los 22 y los 40 m² , suelen superar los límites creativos del diseño de interiores. Suelen ser apartamentos de un dormitorio o un estudio optimizados en términos de funcionalidad y sostenibilidad. Los diseños modernos hacen gala de un sentido del estilo más refinado.

La microvivienda se impuso rápidamente también en la cultura popular mundial: programas de éxito como Tiny House Nation en Netflix o Never Too Small en YouTube consiguieron millones de visitas en todo el mundo.

La microvivienda es un enfoque arquitectónico también favorecido por los millennials, amantes del minimalismo y las nuevas tecnologías. Actualmente hay casi 1,5 millones de publicaciones en Instagram con el hastag #tinyhouse. La facilidad con la que la microvivienda se ha convertido en una conversación global es un indicador de un cambio de cultura.

¿Cómo afectará la microvivienda a la construcción?

Por tanto, la microvivienda no es una microtendencia ni una nueva palabra de moda en el sector inmobiliario.

Con la creciente preocupación por el medio ambiente y el aumento de la población, millones de personas en todo el mundo necesitan soluciones espaciales creativas para aprovechar al máximo sus recursos. El creciente interés por la microvivienda es una de las manifestaciones de esta tendencia mundial.

“Algunos planificadores urbanos consideran que la microvivienda es el futuro de la vida en la ciudad, como una solución sostenible, conectada y centrada en las personas.”

Sobre todo en centros urbanos densos y de alto coste, como Hong Kong o San Francisco, la demanda de microapartamentos se dispara. En algunas partes del mundo, la oferta no llega a satisfacer la demanda.

Vivir mucho tiempo en un espacio de hasta 40 m² puede no satisfacer las necesidades de vivienda de todo el mundo. Sin embargo, el microapartamento se ha consolidado como un mercado inmobiliario emergente.

La creciente demanda de microapartamentos formará parte probablemente de un ecosistema de soluciones que los centros urbanos necesitan para acomodar eficientemente a la creciente población.